viernes, 24 de febrero de 2012


Los maestros son los que en primera instancia atienden eso. No hay orientadores psicológicos, ponen a un maestro de orientador que les den cursos de psicología. La capacitación y las herramientas las deben dar especialistas en la materia. Además, deben mejorar los sueldos y dar el tiempo al maestro para que no sólo esté preocupado por cubrir un temario", explicó.

Como ejemplo, mencionó que si los alumnos se están peleando o se burlan de otro compañero, los maestros creen que es normal en lugar de parar las burlas.

Explicó que en la violencia escolar hay tres factores: el que agrede, el que es agredido y los testigos participantes, que pueden ser hasta 40. Ellos pueden ser una "bolita" y motivar a que el líder o varios jóvenes o niños agredan o sólo se quedan observando y no hagan nada. Pero también son copartícipes. Son pocos los que se meten de héroes y para parar las agresiones.

Lamentó que las autoridades escolares se laven las manos cuando se registra violencia afuera del plantel, argumentando que eso sucedió en la banqueta y "eso a mí ya no me compete".

Hay algunas escuelas -precisó- que quieren hacer algo, pero no les dan las herramientas ni el presupuesto para tener cursos de capacitación para la violencia y acoso escolar ("bullying"). En otros casos hay escuelas que se lavan las manos y los papás van escalando de la maestra al subdirector de primaria, del subdirector de primaria al director o en el caso de secundaria van al prefecto o al coordinador y de ahí al director de la secundaria, y lo más triste es que acaban expulsando al agredido, en lugar, en dado caso, de expulsar a los dos.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario